Zinacantepec, Estado de México, 28 de junio de 2020. Con el objetivo de que los deportistas alcancen un mayor rendimiento y mejores elementos para cumplir sus metas, es necesario que se sometan a una prueba de esfuerzo cardiorrespiratorio, afirmó Jorge Reynoso, Jefe del Departamento de Servicios en las Ciencias Aplicadas al Deporte, de la Secretaría de Cultura y Deporte del Estado de México.
Detalló que este diagnóstico proporciona información acerca del funcionamiento cardiovascular y respiratorio, además de evaluar la capacidad para realizar un ejercicio dinámico.
La prueba, especificó, consiste en someter a un deportista a un esfuerzo aeróbico, durante el cual aumenta gradualmente la intensidad hasta llegar a la máxima capacidad de dicho atleta.
El medico puntualizó la importancia de que durante este proceso se monitoreen las constantes vitales, la actividad eléctrica del corazón y algunos parámetros fisiológicos relacionados con el esfuerzo físico.
Además, explicó que se realiza en un ambiente controlado bajo protocolos bien establecidos según las características de cada deportista y con todas las medidas de seguridad para garantizar su bienestar, en el contexto de un laboratorio de fisiología deportiva, operado por personal calificado y especializado.
A esta evaluación se deben someter todos los atletas que realicen una actividad física planificada, previo al inicio de su programa de entrenamiento o de su temporada, y se puede realizar con una periodicidad aproximada de seis meses o anual, además de servir como un filtro de detección de talentos deportivos en edades tempranas.
“Es una prueba a la que todo deportista, tanto amateur como profesional, debe ser sometido ya que aporta información valiosa y objetiva que puede orientarse a distintos objetivos.
“Por ejemplo, determinar la capacidad individual de un deportista al realizar ejercicio dinámico, valorar el estado de salud de un deportista e identificar probables condiciones no conocidas previamente que pudieran, en un momento dado, limitar o contraindicar la práctica de ejercicio, prescribir un entrenamiento individualizado, mejorar el rendimiento deportivo y detección de talentos deportivos”, afirmó el especialista en medicina de la actividad física.
También destacó entre todas las variables que se evalúan, la integridad del corazón para soportar un ejercicio físico demandante, la frecuencia cardiaca máxima real de un deportista, el comportamiento de la frecuencia cardiaca, la presión arterial y los volúmenes respiratorios durante un esfuerzo físico importante.
“Principalmente nos permite contar con valores objetivos y precisos de variables fisiológicas necesarias para incidir en el rendimiento y la salud de los deportistas, siguiendo el principio básico que dice “lo que no se mide, no se puede mejorar”.
“Además nos permite conocer el estado de salud de los atletas, detectando alguna probable limitación o contraindicación relacionada con la práctica de ejercicio, conocer el grado de entrenamiento que tienen, clasificar su condición física relacionada con atletas de su misma edad y disciplina, además de vigilar el progreso de su entrenamiento y si éste ha cumplido los objetivos que persigue”, expresó.
Finalmente, Jorge Reynoso indicó que en un esfuerzo por brindar los elementos necesarios a los deportistas, la Secretaría de Cultura y Deporte desarrolla los mecanismos necesarios para que próximamente se hagan estas pruebas en el Departamento de Servicios en las Ciencias Aplicadas al Deporte, de la Dirección General de Cultura Física y Deporte.