Toluca, Estado de México, 26 de julio de 2020. Dioselin es enfermera del Hospital Regional Toluca en el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), ella forma parte de los profesionales de la salud que luchan incansablemente contra el COVID-19, pero también es una sobreviviente de esta enfermedad.
Ella es una de las mil 129 mujeres que han sido casos positivos por COVID-19 en el ISSEMYM, tras haber sido diagnosticada recibió tratamiento en el mismo hospital donde trabaja, el cual, con 120 camas censables y 42 no censables tiene posibilidades de atender a pacientes COVID y no COVID en áreas completamente separadas que garantizan la seguridad de los pacientes.
Dioselin recuerda que fue un día lunes cuando empezó a sentir síntomas de la enfermedad, lo que le preocupó y de inmediato acudió al servicio de urgencias, le hicieron la prueba y la pusieron en observación.
Para el día martes ingresó al hospital y permaneció ahí cinco días, cuando salió tuvo que seguir su tratamiento en casa, ya que requería de oxígeno.
“Posteriormente el día sábado regreso a mi domicilio pero aún con apoyo de oxígeno, ya en menor cantidad, pero aún con el apoyo de oxígeno, nos dieron instrucciones de cómo es que debíamos seguir el tratamiento, como fui a una Clínica Regional en un inicio, ellos me llamaban constantemente para saber cómo iba siendo mi recuperación del diario y posteriormente cada semana”, comenta.
Asimismo, señala que esta enfermedad la alejó de su familia por un tiempo, ya que en el proceso de recuperación no pudo ver a sus hijos e incluso lamenta la pérdida de algunos familiares cercanos durante este tiempo.
“Obviamente te tienes que separar de tu familia, de tus hijos, estuve sin mis hijos cerca de un mes, posteriormente ya hasta hace poco ya pude estar con ellos; familiares cercanos llegaron a fallecer, entonces es muy traumante esta enfermedad y yo creo que a lo mejor hasta nos deja con impotencia porque no nos podemos a veces despedir de nuestros familiares más cercanos”, manifestó.
“Impotencia porque no puedes vivir o tener tu duelo como todas las demás personas, por no poder salir y con el riesgo de poder contagiar a más personas”, agregó.
Después de su recuperación, ella reconoce el trabajo que realizan sus compañeros que atienden a los pacientes COVID, quienes con vocación dan lo mejor de sí mismos e incluso arriesgan su vida. En su caso agradece al equipo multidisciplinario que estuvo pendiente de su salud.
“El día que ingresé al hospital, recuerdo que llegué, mi intención era regresar a mi casa, siempre tuve la esperanza de regresar a mi casa”, afirmó.
“Siempre tuve la esperanza y gracias a mis compañeros y gracias a Dios, pude regresar a mi casa con mis hijos y con mi familia”, expresó.
Desde el inicio de la contingencia, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios habilitó 131 consultorios exclusivos para casos probables de Coronavirus, adicionales a los 11 hospitales híbridos y dos centinelas con que cuenta ISSEMyM.
De manera global, ha atendido a alrededor de ocho mil casos sospechosos por SARS CoV-2, de los cuales, 2 mil 500 han sido positivos; 47 por ciento mujeres y 53 por ciento hombres.
Dioselin platica que a sus 29 años, en general goza de buena salud; sin embargo, cuando fue contagiada con COVID-19 comenzó con síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dificultad para respirar, dolor en el pecho.
Por lo que invitó a la población a continuar con las medidas higiénicas de prevención, como la sana distancia, el lavado continuo de manos y el uso de cubrebocas. Hizo hincapié en acudir al médico ante la presencia de cualquier síntoma, además de cuidar de las personas que nos rodean.
La estrategia que sigue el ISSEMyM está basada en los lineamientos e indicaciones del Comité Estatal de Seguridad en Salud, organismo que encabeza el Gobernador Alfredo Del Mazo, integrado por titulares de diversas dependencias de la administración mexiquense.
La dedicación del personal médico de ISSEMyM ha sido determinante para que la sociedad mexiquense salga adelante en esta contingencia, por ello las autoridades de esta institución reconocen y valoran el profesionalismo de médicos, enfermeras, conductores de ambulancias, camilleros y demás personal, que trabajan en equipo para vencer a esta enfermedad., aunque se adaptan las cargas de trabajo y distancia para su clasificación.
“Son nadadores que tienen las cuatro extremidades, lo único que limita es el acortamiento de las mismas, los trabajos deben de estar enfocados después de hacer un trabajo de base genérica, se hacen de potencia aeróbica y anaeróbica, normalmente en el caso de la natación los atletas con acondroplasia son rápidos, porque la cadencia de su brazada permite el desarrollo de la velocidad”, afirmó.
Gutiérrez Vélez consideró que desde los nueve o 10 años de edad, los niños pueden comenzar a entrenar, pero como las personas convencionales con técnica, para evitar que las extremidades se contracturen, limitando algunos centímetros de crecimiento, a partir de los 13 años se puede incrementar la intensidad de trabajo.
El entrenador mexiquense explicó que a nivel nacional la afluencia de esta clasificación es limitada e invitó a las personas de talla baja que deseen practicar algún deporte a acercarse a la Secretaría de Cultura y Deporte, a través de la Subdirección de Deporte Adaptado o a la Asociación de Deportistas Sobre Silla de Ruedas para que los puedan canalizar con algún club o con un entrenador.
Por último, el entrenador nacional detalló que durante la cuarentena a causa del COVID-19, los practicantes de esta disciplina se han visto afectados en la práctica de este deporte.
Por lo cual, continúan con el programa de entrenamiento, y se han adaptado para tener la preparación necesaria para que cuando las autoridades competentes lo determinen, se retome el trabajo rumbo a los diferentes eventos deportivos en los que destacan los Juegos Paralímpicos de Tokio.