Me da mucho gusto estar en Ciudad Juárez, aquí, donde comienza la patria, en este sitio, en este lugar, con tanta historia, con tanta cultura.
Siempre recordamos que en Chihuahua y en Ciudad Juárez se le dio apoyo y protección al presidente Benito Juárez, cuando la intervención francesa.
El peregrinar fue hacia el norte y estuvo en Chihuahua, sosteniendo la República con su gabinete alrededor de dos años y aquí, en Ciudad Juárez, que entonces se llamaba Paso del Norte. Por eso es muy importante estar aquí con ustedes.
También aquí, en Ciudad Juárez, se llevó a cabo la batalla decisiva para el triunfo del movimiento revolucionario, encabezado por el Apóstol de la Democracia, Francisco I. Madero. Aquí, en Ciudad Juárez, 1911, se llevó a cabo esa batalla, que fue la única batalla realmente importante después de que el presidente Madero convocó al pueblo a tomar las armas en contra la dictadura porfirista.
Lo hizo el 20 de noviembre de 1910 y seis meses después ya estaba concluido el proceso de liberalización de nuestro país. Seis meses después, sin muchos costos, sin pérdidas de vidas humanas, incluso, mantenimiento la estabilidad económica, se había embarcado Porfirio Díaz al extranjero. Y se debió a esa batalla decisiva de Ciudad Juárez, con la participación militar de Orozco y de Francisco Villa. Por eso es historia Ciudad Juárez.
Y, también, hablando de historia y de los antecedentes de esta ciudad, cuando se convierte en ciudad lo que ahora es Ciudad Juárez, es a raíz de un auge que se produce después de que nos quitan la mitad de nuestro territorio, después de ese gran zarpazo, porque un gobernador de Tamaulipas, ayer lo recordaba, Ramón Guerra, en medio de la desolación, de la tristeza, después de la guerra de 1848, cuando se define la nueva frontera con Estados Unidos, ya no el Río Nueces, sino el Río Bravo, había tanta pobreza y necesidad que este gobernador decide crear una zona libre, una zona franca en toda la frontera y ahí comienza el trato especial a la frontera norte.
Después ese presidente de la República, un tamaulipeco, Manuel González, compadre de Porfirio Díaz y le da continuidad a ese proyecto. Porfirio Díaz también le da el trato especial a la frontera.
Con la Revolución se mantienen los estímulos a la frontera hasta que llega la llamada política neoliberal, no voy a mencionar qué gobierno era el que toma la decisión de terminar con los estímulos fiscales a la frontera, ahí se los dejo de tarea, ya no puedo hablar como lo hacía anteriormente, me tengo que autolimitar.
Ahora pasa el tiempo, luego de más de tres décadas de abandono en la frontera, se decide impulsar este proyecto que, como aquí lo mencionó la secretaria de Economía, Graciela Márquez, es parte de un plan de desarrollo nacional.
No es una ocurrencia. Aun teniendo los antecedentes históricos a que hice mención, se trata de un plan nacional, se trata de desarrollar a nuestro querido México de sur a norte, ir creando cortinas de sur a norte, cortinas de desarrollo, empezar en el sureste, que es una región muy abandonada.
Por eso los proyectos como el Tren Maya, la siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales, maderables; el reactivar la industria petrolera, la industria eléctrica, porque en la reciente Reforma Energética nos dijeron que iba a llegar mucha inversión y que iba a aumentar la producción de petróleo.
Nos engañaron vilmente. En los considerandos de las leyes que se aprobaron en el marco de la conocida Reforma Energética se decía que para este tiempo íbamos a estar produciendo tres millones de barriles diarios de petróleo; estamos produciendo un millón 750 mil y con una tendencia a la baja. Algo muy preocupante.
Hemos llegado al extremo de comprar petróleo crudo, eso fue lo que significó el fracaso de la llamada Reforma Energética.
Y ahora tenemos que aumentar la producción petrolera. Vamos a destinar recursos con ese propósito y vamos también a darle valor agregado a la materia prima, ya no estar comprando los combustibles, las gasolinas en el extranjero.
Consumimos 800 mil barriles diarios y sólo producimos 200 mil, porque desde hace 40 años no se construye una nueva refinería en el país. Vamos a rehabilitar las seis refinerías que tenemos y vamos a construir una nueva refinería.
Todo esto va a crear muchos empleos, va a impulsar la economía en el sureste. Vamos a desarrollar también el Istmo de Tehuantepec, por las ventajas que tenemos. Es una parte estrecha de nuestro territorio para comunicar a países de Asia con la costa este de los Estados Unidos; son 250 kilómetros del Pacífico al Atlántico.
Se va a construir una vía del ferrocarril de carga, de contenderos; se van a rehabilitar los dos puertos, el del Pacífico, el de Salina Cruz y el de Coatzacoalcos, para competir en buena lid con Panamá. Ese es un proyecto importante.
Cuando tengamos la infraestructura básica, esperamos tenerla para dos, tres años, ahí, en esa franja, también va a haber una Zona Libre para que se puedan instalar plantas ensambladoras y se generen empleos, con la idea de que sea una cortina para que la gente no emigre, para que el mexicano pueda trabajar, ser feliz donde nació, donde están sus familiares, sus culturas, sus costumbres.
Y así, cortinas de sur a norte. Y la última cortina o la primera, como se le quiera ver, es esta franja, esta Zona Libre de nuestra frontera.
Como aquí se explicó, van a haber incentivos fiscales. Comentaba yo ahora con el gobernador Javier Corral que poco a poco se van a ir aclarando los procedimientos.
Esto es un plan perfectible, pero la esencia es lo más importante, lo fundamental.
Imagínense que los empresarios paguen sólo el 20 por ciento del Impuesto Sobre la Renta, en ninguna otra región del país van a tener los empresarios un beneficio así.
Claro que hay que ver los detalles, pero ya se tomó la decisión, y va a ser así, 20 por ciento de Impuesto Sobre la Renta y también 8 por ciento de IVA, no 16.
Y, lo mismo, el equiparar, el homologar los costos de energéticos con lo que valen las gasolinas o lo que se paga por los combustibles en Estados Unidos, va a costar lo mismo la gasolina, el diésel, el gas, la luz que del otro lado de la frontera.
Y algo que es muy importante, el aumento al salario mínimo aquí, en esta frontera. Y quiero aprovechar para agradecer a los dirigentes, obreros, a los representantes de los trabajadores, y a los representantes del sector empresarial que aprobaron este aumento.
Lo subrayo porque fue un acuerdo, fue un consenso, no fue una imposición. Se habló con los representantes del sector empresarial y con los representantes del sector obrero y se tomó esta decisión, en todo el país el aumento al salario mínimo va a ser del 16 por ciento, como no se había dado en las últimas tres décadas. En todo el periodo neoliberal nunca se había dado un aumento del 16 por ciento al salario mínimo.
Hace como una semana nos comunicamos por teléfono con el presidente de España y me externó, me manifestó que había estado al tanto de la decisión que tomamos en México y que él había hecho lo mismo en España, que se había aumentado el salario en España. Y aquí, en la zona fronteriza, al doble.
¿Y por qué? Porque no vamos a tener desequilibrios, no hace falta ser doctor en Economía, con todo respeto a los economistas, para saber que no va a afectar en nada, porque al bajar los impuestos el empresario puede tener posibilidad de pagar mejor a los trabajadores.
Se dice que aquí, en Ciudad Juárez, no hay quien pague el salario mínimo, que la mayoría de los trabajadores gana más que un salario mínimo. Eso es relativo, con todo respeto.
Sí, de la frontera donde se paga mejor a los trabajadores es en Ciudad Juárez, pero no ganan mucho los trabajadores.
Ayer estuvimos en Reynosa y mencionaba yo que hace seis meses, un poco más, durante la campaña, me tocó entrevistar a unas trabajadoras de una maquila. Y me decía la trabajadora que le pagaban 900 pesos a la semana y que trabajaba cuatro días nada más a la semana, pero 12 horas, de siete a siete, en la semana, 48 horas, tres mil 600 pesos mensuales.
Ahora, con este nuevo salario, en Reynosa esa trabajadora va a ganar más, tres mil 600 pesos mensuales, son como 120 pesos diarios. Ahora el salario va a ser de 176 pesos. Allá van a tener un incremento del orden de 50 pesos diarios esa trabajadora.
Dicho sea de paso, imagínense ustedes lo que es, y lo saben bien, trabajar de siete a siete; sobre todo con quién dejan a los hijos, todo esto que ustedes conocen más que yo.
Aquí, en Ciudad Juárez, se paga más. Acabo de entrevistar a unos trabajadores antes de venir acá, dos mil 300 pesos a la quincena, cuatro mil 600 pesos; estamos hablando como de 150 pesos, 153 pesos diarios. Ahora con el salario mínimo son 176, aquí hay un incremento de 20 pesos.
¿Por qué me refiero a esto? Porque no es del todo cierto que la mayoría de los trabajadores ganen más de este salario mínimo.
Ahora, además, con este salario vamos a tener posibilidad de que los trabajadores especializados ganen más.
No es posible que un trabajador de la industria automotriz en Estados Unidos gane 23 dólares la hora y aquí el mismo trabajador, con la misma especialidad, cuando mucho tres dólares la hora.
Tenemos que procurar mejorar los salarios. Antes, ahora coincidimos más, pero antes decía yo que en lo que coincidía con el presidente Donald Trump era que cuando se estaba negociando el tratado, él pedía que se aumentaran los salarios de los trabajadores mexicanos. En eso coincidía yo con él, y sigo coincidiendo, de que deben de mejorarse los salarios.
Desde luego, no por decreto, sino lo tenemos que lograr con productividad, lo tenemos que lograr con crecimiento económico, que en vez del tres por ciento podamos crecer al seis y mantener este plan de estímulos a la inversión y a la producción en la frontera.
También en el decreto se habla que va a tener una duración de dos años. No. Hemos hecho el compromiso de que el decreto se mantenga cuando menos seis años, seis años.
Por razones técnicas, que no viene al caso explicar, se decidió hacerlo por dos años, pero el compromiso es que se mantenga cuando menos en el sexenio. Más allá no, porque yo soy partidario del sufragio efectivo y de la no reelección. Entonces, ya va a corresponder a los que vengan a gobernar el país.
Me dio mucho gusto estar con ustedes, iniciar aquí este programa. Les invito para que podamos evaluar el programa de manera conjunta, que le demos seguimiento al programa, los que estamos aquí, que hay una representación de empresarios, de ciudadanos, de trabajadores, de dirigentes sociales, muy importante de legisladores, de autoridades.
Que nos volvamos a encontrar en tres meses, si les parece, para ver cómo va el programa y que ya para entonces tengamos un diálogo circular, porque ahora nos tocó a nosotros nada más tomar la palabra, es un monólogo. Pero ya no va a ser así, vamos a escuchar la opinión de todos para el próximo encuentro.
Y agradecerle mucho a Javier Corral, gobernador de Chihuahua. Como él lo ha expresado, tenemos diferencias ideológicas, venimos de movimientos distintos y hasta contrapuestos, pero tenemos que trabajar en unidad, de manera coordinada, por el interés general. La patria es primero.
Y así como él ha ofrecido esa colaboración, yo correspondo. Nunca va a ser vilipendiado, despreciado el gobernador legal y legítimo de este gran estado de Chihuahua.